«Mindful eating», alimentación consciente

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Mindful eating, o en español «comer conscientemente,» es una práctica que se centra en prestar atención plena y consciente a la experiencia de comer.

Se basa en la filosofía del mindfulness o atención plena, que implica estar plenamente presente en el momento presente sin juicios ni distracciones.

El mindful eating se aplica específicamente al acto de comer y tiene como objetivo mejorar la relación de las personas con la comida y promover una alimentación más saludable.

Algunos principios clave del mindful eating incluyen:

  • Comer sin distracciones: Significa comer sin mirar la televisión, revisar el teléfono celular o realizar otras actividades que distraigan la atención de la comida. Ofrece varios beneficios para la salud y el bienestar. Aquí tienes algunos de los principales:
  • Mayor disfrute de la comida: Cuando te concentras en tu comida y prestas atención a los sabores, texturas y aromas, es más probable que disfrutes de tu comida al máximo. Esto puede llevar a una mayor satisfacción y a una experiencia gastronómica más gratificante.
  • Control de porciones: Comer sin distracciones te permite estar más consciente de las cantidades de comida que consumes. Esto puede ayudarte a controlar mejor las porciones y a evitar el exceso de comida, lo que puede ser beneficioso para mantener un peso saludable.
  • Mejora de la digestión: Cuando te sientas a comer sin distracciones, tu sistema digestivo puede funcionar de manera más eficiente. La digestión comienza en la boca con la masticación adecuada, y prestar atención a lo que comes puede promover una masticación más completa, lo que facilita el proceso digestivo.
  • Conexión mente-cuerpo: Comer sin distracciones fomenta una mayor conexión entre tu mente y tu cuerpo. Puedes estar más atento a las señales de hambre y saciedad que te envía tu cuerpo, lo que puede ayudarte a comer de manera intuitiva y satisfacer tus necesidades nutricionales de manera más efectiva.
  • Reducción de la ansiedad y el estrés: Comer en un entorno tranquilo y sin distracciones puede reducir la ansiedad y el estrés relacionados con la comida. Estar presente en el momento puede ayudarte a disfrutar de la comida sin preocupaciones innecesarias.
  • Mejor salud mental: Al tomar el tiempo para comer sin distracciones, puedes usar ese momento como un descanso de tus actividades diarias y como una oportunidad para relajarte y recargar energías. Esto puede tener un impacto positivo en tu salud mental.
  • Mejora de la conciencia alimentaria: Comer sin distracciones puede aumentar tu conciencia alimentaria, lo que significa que eres más consciente de lo que comes, por qué lo comes y cómo te hace sentir. Esta conciencia puede ayudarte a tomar decisiones más saludables sobre tu alimentación.
  • Mejora de la relación con la comida: Al prestar atención plena a tus comidas, puedes desarrollar una relación más saludable con la comida, liberándote de patrones de alimentación impulsiva o emocional.
  • Fomenta la socialización: Comer sin distracciones también puede promover una mejor comunicación y conexión con las personas con las que compartes la comida, ya que puedes concentrarte en la conversación y la interacción en lugar de en una pantalla o dispositivo.
  • Comer lentamente: Se alienta a las personas a comer a un ritmo más lento, saboreando cada bocado y prestando atención a las texturas, sabores y olores de los alimentos.
  • Mejora la digestión: Comer lentamente permite que tu sistema digestivo funcione de manera más eficiente. Masticar adecuadamente los alimentos y dar tiempo a tu estómago para procesarlos facilita la descomposición de los alimentos y la absorción de nutrientes.
  • Control del peso: Comer lentamente puede ayudarte a controlar tu ingesta de alimentos. Cuando te tomas tu tiempo para comer, es más probable que escuches las señales de saciedad de tu cuerpo, lo que puede evitar el exceso de comida y, a largo plazo, ayudar en la gestión del peso.
  • Mejora la saciedad: Comer lentamente permite que las señales de saciedad lleguen al cerebro a medida que consumes alimentos, lo que te hace sentir más satisfecho con menos comida.
  • Menos trastornos digestivos: Al comer lentamente, reduces la posibilidad de tragar aire en exceso, lo que puede causar hinchazón y gases. También puede reducir la acidez estomacal y el reflujo ácido.
  • Mayor disfrute de la comida: Comer lentamente te permite saborear y disfrutar más de tus comidas. Puedes apreciar mejor los sabores, las texturas y los aromas de los alimentos, lo que puede hacer que la experiencia de comer sea más gratificante.
  • Mejora la conciencia alimentaria: Comer lentamente fomenta la atención plena (mindfulness) en relación con la comida. Te ayuda a estar más consciente de lo que estás comiendo, lo que puede llevar a decisiones alimentarias más saludables.
  • Reducción del estrés: Comer de manera apresurada puede aumentar el estrés y la ansiedad. Tomarte el tiempo para disfrutar de tus comidas puede reducir estos niveles de estrés y promover una experiencia de comida más relajante.
  • Menos riesgo de atragantamiento: Comer demasiado rápido aumenta el riesgo de atragantamiento. Masticar adecuadamente y comer lentamente puede prevenir este tipo de accidentes.
  • Mejora la salud dental: Masticar lentamente ayuda a triturar los alimentos en trozos más pequeños, lo que reduce la presión sobre los dientes y puede contribuir a una mejor salud dental.
  • Fomenta la conversación y la conexión: Comer lentamente puede fomentar la socialización y la conexión con los demás. Compartir una comida tranquila con amigos y familiares puede fortalecer las relaciones.
  • Escuchar las señales del cuerpo: El mindful eating implica aprender a reconocer las señales de hambre y saciedad del cuerpo, de modo que se coma cuando se tiene hambre y se deje de comer cuando se está satisfecho.
  • Ser consciente de las emociones relacionadas con la comida: Esto implica ser consciente de las emociones que pueden llevar a comer en exceso o emocionalmente y aprender estrategias para lidiar con estas emociones de manera más saludable.
  • Comer emocionalmente: A menudo, las personas recurren a la comida como una forma de lidiar con sus emociones. Esto puede incluir comer en exceso cuando se sienten tristes, estresados o ansiosos, lo que a veces se denomina «comer emocional». La comida puede proporcionar comodidad temporal y distracción de las emociones negativas.
  • Comer socialmente: Las comidas y las celebraciones a menudo están vinculadas a eventos y emociones sociales. Por ejemplo, las personas suelen reunirse con amigos y familiares para compartir una comida durante las celebraciones, lo que puede estar asociado con emociones positivas.
  • Comida reconfortante: Algunos alimentos se asocian comúnmente con la comodidad y la satisfacción, como el helado, la pizza o las galletas. Estos alimentos a veces se consumen cuando se busca consuelo o gratificación emocional.
  • Cambios en el apetito: Las emociones pueden influir en el apetito y los antojos de alimentos. Algunas personas pueden perder el apetito cuando están ansiosas, mientras que otras pueden tener un aumento en el apetito, particularmente por alimentos ricos en grasas y azúcares, cuando están estresadas o tristes.
  • Nutrientes y neurotransmisores: Los alimentos pueden influir en las sustancias químicas cerebrales y los neurotransmisores que regulan el estado de ánimo, como la serotonina. Algunos alimentos pueden tener un efecto positivo en el estado de ánimo, mientras que otros pueden contribuir a fluctuaciones emocionales.
  • Ciclo emocional de alimentación: A veces, las personas pueden entrar en un ciclo en el que las emociones negativas desencadenan el comer emocional, lo que puede llevar a sentimientos de culpa o remordimiento, lo que a su vez puede desencadenar más emociones negativas y más comer emocional.
  • Disfrutar la comida: Se trata de disfrutar cada comida al máximo y apreciar los alimentos por su sabor y valor nutricional.

El mindful eating puede ayudar a las personas a tomar decisiones alimenticias más saludables, reducir la ingesta emocional de alimentos y desarrollar una relación más equilibrada con la comida.

También puede contribuir a una mayor conciencia de los hábitos alimenticios y a una mejor gestión del peso.

Esta práctica se ha utilizado en el tratamiento de trastornos alimenticios y como enfoque para promover una alimentación más consciente y saludable en general.

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