Savasana, la asana más importante del yoga

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La savasana es una postura de yoga, también conocida como postura del cadáver, que se realiza al final de una sesión de yoga.

Es una postura de relajación profunda en la que el practicante se acuesta boca arriba, con las piernas y los brazos estirados, las palmas de las manos hacia arriba y los ojos cerrados.

Aunque pueda parecer una postura sencilla, la savasana es una de las más difíciles de dominar para muchos practicantes, ya que implica dejar ir la tensión y la actividad mental y física.

Sin embargo, una vez que se logra, puede ser una de las posturas más transformadoras de una práctica de yoga.

A continuación exploraremos en profundidad qué es la savasana, sus beneficios, cómo realizarla correctamente y cómo integrarla en una práctica de yoga.

También hablaremos sobre algunas variaciones de la savasana y cómo adaptarla para diferentes necesidades y niveles de habilidad.

Beneficios de la savasana

La savasana es una postura de yoga muy importante, ya que permite al cuerpo y a la mente relajarse profundamente.

  1. Reduce el estrés: la savasana es una postura muy relajante que puede ayudar a reducir el estrés y la ansiedad. Al relajar el cuerpo y la mente, se puede disminuir la producción de hormonas del estrés y mejorar el estado de ánimo.
  2. Mejora la concentración: la savasana puede ayudar a mejorar la concentración y la memoria al reducir el ruido mental y aumentar la claridad mental.
  3. Mejora la calidad del sueño: practicar la savasana antes de dormir puede ayudar a mejorar la calidad del sueño, ya que ayuda a relajar el cuerpo y la mente.
  4. Reduce la tensión muscular: la savasana puede ayudar a reducir la tensión muscular y mejorar la flexibilidad.
  5. Mejora la circulación: al estar acostado en la savasana, se mejora la circulación sanguínea en todo el cuerpo.

Cómo realizar la savasana correctamente

Para realizar la savasana correctamente, sigue los siguientes pasos:

  1. Busca un lugar tranquilo y cómodo: busca un lugar donde no te molesten durante la práctica y donde puedas estar cómodo. Puedes usar una esterilla de yoga o una manta para acostarte.
  2. Acuéstate boca arriba: acuéstate boca arriba con los brazos y las piernas estirados. Separa los pies unos 30 centímetros de distancia y deja los brazos a los lados del cuerpo, con las palmas hacia arriba.
  3. Cierra los ojos: cierra los ojos y respira profundamente. Trata de relajar todos los músculos del cuerpo.
  4. Concéntrate en la respiración: concéntrate en la respiración y trata de inhalar y exhalar profundamente y lentamente. Si te cuesta concentrarte, puedes contar las respiraciones.
  5. Mantén la postura durante al menos 5 minutos: trata de mantener la postura durante al menos 5 minutos. Si te sientes cómodo, puedes extender el tiempo a 10 o 15 minutos.
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