Los cuencos tibetanos son instrumentos musicales originarios del Tíbet y de las regiones del Himalaya.
Su origen se remonta a la época pre-budista de la región, aunque también están estrechamente asociados con la tradición del budismo tibetano.
Según la leyenda, los cuencos tibetanos fueron creados hace más de 2.500 años por un grupo de monjes tibetanos que trabajaban en un templo.
Estos monjes crearon los cuencos tibetanos mediante la fundición de siete metales diferentes: oro, plata, cobre, hierro, estaño, plomo y mercurio. Cada metal representa a un planeta diferente en el sistema solar, y se cree que el sonido producido por el cuenco corresponde a la vibración de ese planeta.
En la tradición budista tibetana se utilizan los cuencos tibetanos para ayudar a conseguir un estado de calma y serenidad durante la meditación. Se cree que también ayudan a equilibrar los hemisferios cerebrales y mejorar la función cognitiva.
Se pueden encontrar en tiendas de instrumentos musicales, tiendas de artículos esotéricos y en línea.
También se utilizan en la terapia de sonido, una práctica que se ha vuelto cada vez más popular en los últimos años.
En la actualidad, los cuencos tibetanos se han popularizado en todo el mundo debido a sus propiedades curativas y su uso en la meditación.