Si supieras que en el silencio de la noche, tu nombre se convierte en la melodía que me arrulla, anhelando el refugio de tus brazos en mis sueños. Si comprendieras que, de detallar cada ensueño en el papel, ya habría desbordado las páginas con nuestra historia.
Si tuvieras noción de cuán profundamente te llevo en mis pensamientos, entenderías que eres el epicentro de cada centelleo mental. Si percibieras la turbulencia interna al cruzar nuestras miradas, sentirías cómo se descompone mi ser en un maremoto de emociones.
Si tan solo pudieras adentrarte en el cosmos de mi mirar, verías cómo tu presencia me descoloca y transforma mi realidad. Si intuyeras la vastedad de mi anhelo por ti cuando la distancia se impone, sabrías que un solo instante contigo dispersa la sombra del desasosiego.
Si captaras la desesperación de mis ojos buscándote en multitudes, entenderías que en la ausencia, es mi alma la que te dibuja, recreando la esencia de tu ser.
Continuaré en esta danza de añoranza y esperanza, hasta que el universo conspire para que nuestros destinos finalmente se entrelacen.
Anónimo