La bulimia es un trastorno psiquiátrico, en concreto, una alteración de la conducta alimentaria. Existe una preocupación excesiva en relación con la comida, el peso y la figura. Se caracteriza por la presencia de “atracones” de comida seguidos de comportamientos dirigidos a compensar esta sobreingesta, casi siempre de gran contenido calórico, en periodos breves de tiempo y a escondidas de los demás.
Es un problema de salud grave, pero se puede mejorar con un tratamiento. Estas conductas extremas ocasionan problemas de salud graves y a veces incluso la muerte.
Se puede tener más de un trastorno de la conducta alimentaria a lo largo de la vida. Independientemente del trastorno de conducta alimentaria que se tenga, se puede mejorar con el tratamiento adecuado.
Los investigadores creen que posiblemente los trastornos de la conducta alimentaria sean producto de una combinación de la composición biológica y los sucesos en la vida de una persona. Esta combinación incluye tener genes específicos, la biología de una persona, su imagen corporal y autoestima, sus experiencias sociales, antecedentes de salud familiares y a veces otras enfermedades mentales.
Los atracones se alternan con periodos largos de ayuno o en los que se limitan a comer alimentos que tengan pocas calorías. Por ejemplo, un comportamiento típico consiste en no comer apenas nada en el desayuno y la comida del mediodía, hasta por la tarde, momento en el que se produce una bajada del azúcar en la sangre, acompañada de ansiedad, se pierde el control, y tiene lugar el episodio de atracón–purga.
Estos episodios producen luego sentimientos de intensa culpabilidad, que llevan a comportamientos para “evitar engordar”. Lo más frecuente es que recurran al vómito autoprovocado, también a escondidas.
En otros casos, toman medicamentos laxantes o diuréticos, generalmente productos que se comercializan como “adelgazantes”.
Otras personas con bulimia realizan ejercicio físico de modo excesivo, como largas caminatas o ejercicios dirigidos a reforzar abdominales y glúteos. Es muy frecuente que, al sentirse culpables, se avergüencen y oculten, y nieguen estos comportamientos.
Las personas con bulimia suelen tener peso normal o incluso sobrepeso, con muchas variaciones.
Al igual que las personas con anorexia, se obsesionan con el peso y la figura, sobrevalorando su importancia, y tienen “dismorfofobia”, es decir, se ven determinadas zonas del cuerpo más voluminosas de lo que las tienen en realidad.
Estas personas tienen casi siempre síntomas de ansiedad y, con menor frecuencia, aislamiento social y síntomas depresivos. En ocasiones desarrollan también otros comportamientos impulsivos, como consumo de alcohol o drogas, relaciones de pareja o sexuales precipitadas, o robos.
Las complicaciones físicas más frecuentes son consecuencia de los atracones y los vómitos:
- Alteraciones del estómago y el esófago
- Desequilibrio de electrolitos (niveles de sodio, potasio y otros minerales demasiado altos o demasiado bajos, lo que puede ocasionar ataques cardíacos o insuficiencia cardíaca)
- Deterioro del esmalte dental
- Estreñimiento
- La desnutrición y la osteoporosis son menos frecuentes que en la anorexia nerviosa.
¿Qué síntomas suelen aparecer?
- Inflamación en la zona de las mejillas o la mandíbula
- Callosidades o raspones en los nudillos (por usar los dedos para provocarse el vómito)
- Dientes que se ven transparentes en lugar de blancos y son cada vez más sensibles, con cada vez más caries
- Vasos sanguíneos rotos en los ojos
- Reflujo ácido, constipación y otros problemas gastrointestinales
- Deshidratación grave
Pueden manifestarse cambios de comportamiento, como:
- Ir al baño con mucha frecuencia justo después de comer (para vomitar)
- Ejercitarse mucho, aun con mal clima o cuando se lastiman o están cansadas
- Mostrarse malhumoradas o tristes, que les disguste su apariencia o sentirse inútiles
- Tener problemas para expresar su enojo
- No querer salir con amigos ni hacer actividades que solían disfrutar
- Suelen tener otros problemas de salud mental, como depresión, ansiedad o trastornos de abuso de sustancias
¿A quiénes afecta?
La bulimia afecta aproximadamente al 2-4% de las adolescentes y mujeres jóvenes. Es mucho más frecuente en mujeres que en varones. En promedio, las mujeres suelen sufrir bulimia a los 18 o 19 años. Las adolescentes de entre 15 y 19 años y las mujeres más jóvenes son las que más riesgo corren.
Pero los trastornos de la conducta alimentaria están comenzando a aparecer con más frecuencia en mujeres mayores de 50 años, según indica un estudio estadounidense reciente.
Es una enfermedad difícil de diagnosticar, por lo que a menudo no se recibe tratamiento. Las personas con bulimina suelen ocultar sus comportamientos y suelen negarse a acudir al médico. Al contrario que en la anorexia nerviosa, la enfermedad no produce desnutrición, por lo que es más difícil que quienes viven en su entorno la sospechen. No obstante, los familiares o amigos pueden encontrar envases de comida vacíos en lugares poco frecuentes, o restos de vómito en algún lugar de la casa.
¿Cuál es la diferencia entre la bulimia y otros trastornos de la conducta alimentaria?
A diferencia de las mujeres con anorexia, las mujeres con bulimia por lo general tienen peso normal. Y a diferencia de las mujeres con trastorno alimentario compulsivo, las mujeres con bulimia se purgan o tratan de deshacerse de la comida o del peso ganado después de un atracón. Los atracones y las purgas suelen ser actos privados. Esto puede dificultarnos saber si un ser querido tiene bulimia o algún otro trastorno de la conducta alimentaria.
¿Qué causa la bulimia nerviosa?
Existen factores diversos como determinados rasgos de personalidad, inseguridad o tendencia a la impulsividad, que hacen que las personas sean más vulnerables a desarrollar la enfermedad.
También puede influir el que existan antecedentes familiares de bulimia y de depresión. El haber tenido obesidad, con los comentarios sociales que ello conlleva, también supone un factor de riesgo. La presencia de un conflicto, ya sea familiar, entre amigos, de pareja o laboral, suele ser la causa desencadenante en personas predispuestas.
Al igual que en la anorexia nerviosa, el inicio de una dieta de adelgazamiento por la influencia actual del modelo social de extrema delgadez es un factor, muchas veces, determinante. Algunas profesiones o aficiones como gimnastas, bailarinas o modelos, tienen mayor riesgo de desarrollarla.
¿Cómo combatirla?
Ser honesta acerca de tu conducta alimentaria y aceptar que se tiene un problema es el primer paso, y hablar con un médico o enfermera es una buena forma de pedir ayuda.
- Hacerse un análisis de sangre u orina para descartar otras posibles causas de los síntomas
- Terapia de nutrición
- Psicoterapia: A veces llamada «terapia para conversar», ayuda a cambiar los pensamientos o comportamientos que le hacen mal. Este tipo de terapia puede enfocarse en la importancia de hablar acerca de lo que siente y cómo sus sentimientos afectan lo que hace. Puede tratarse individualmente con un terapeuta o asistir a un grupo con otras personas que padecen bulimia.
- Terapia nutricional. Un terapeuta o un dietista pueden ayudar a aprender de manera más sana, sin atracones y purgas.
- Medicamentos: La fluoxetina (Prozac) es el único medicamento aprobado por la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés) para tratar la bulimia, pero solo en adultos. Hay algunos antidepresivos que pueden resultar adecuados para niñas y mujeres que también sufren depresión o ansiedad.
¿Puede aparecer bulimia durante el embarazo?
La respuesta es sí, y puede causar sería problemas de salud tanto para la madre como para el feto. Y se eleva el riesgo de:
- Aborto espontáneo (pérdida del embarazo)
- Nacimiento prematuro (también llamado pretérmino), o parto antes de cumplidas las 37 semanas de embarazo
- Parto por cesárea
- Tener un bebé con bajo peso (menos de cinco libras, ocho onzas al nacimiento)
- Tener un bebé con un defecto de nacimiento
- Depresión después del nacimiento del bebé
¿Se puede amamantar al bebé si está tomando un medicamento para tratar la bulimia?
Quizás. Algunos medicamentos para tratar la bulimia pueden pasar a la leche materna. Hay ciertos antidepresivos que se pueden tomar sin riesgos durante la lactancia. Consulte a su médico.
ES IMPORTANTE APOYAR Y AYUDAR A LA PERSONA QUE SUFRE BULIMIA. NO SE TRATA DE UN CAPRICHO ESTÉTICO, SINO DE UNA ENFERMEDAD MENTAL.